Ebrio de Cafeína
Y se han instalado en mis sombras tus músicas y tus vitrinas
Soy ciudadano de tus muslos, a veces cuerdo, a veces loco.
Ondulabas en mis cabellos, mordía el amor, mordía la vida
Cafeína en vez de nicotina, un café y un cigarrillo
Demonios y ángeles en vez de tú y yo.
La vida y la sonrisa en vez de la muerte y la lágrima
Cafeína en el atardecer, en el canto de tus huidas
Cafeína en la noche, en las hojas y en tu cabecera.
Acordeones nos llamaban a los suspiros
Y nos cantaban
Junto al mar, junto al cerro, en la madrugada
Y tus ojos eran emociones de libertad
Eran el zumbido inacabable de tus hadas
Eran el mar cristalizado en tu mirada.
Cafeína que rompe con mi alma, que inunda mi culpa
Tu voz en las lejanías de toda humanidad era audible
Agitaste en tiempos sosegados mi agonía
Canciones vuelan en el silente adiós ineludible.
jose